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Juan Ortega quizás sea el más desconocido para el aficionado pero no es nuevo en esta plaza. Vino como novillero y confirmó hace dos años. El cartel de la corrida de la Virgen de la Paloma es un cartel de oportunidades y el sevillano viene a Madrid a aprovechar la suya.

Vuelves tras tu confirmación en 2016, habrás luchado me imagino que mucho por esta oportunidad.

Mucho no, muchísimo. Son dos años sin ir a Madrid y hemos peleado la fecha mucho. Lo intentamos el año pasado y no hubo posibilidad pero este año se ha conseguido. Dios aprieta pero no ahoga y me llega la oportunidad.

Es una fecha para eso, para ofrecer algo distinto, algo nuevo.

Es una fecha torera, cuando me dijeron que toreaba el 15 de agosto, además de la ilusión propia de Madrid, desde pequeño tenía en la cabeza el dicho que “si no se torea el 15 de agosto ni se es torero ni se es nada”, lo primero que me entró fue tranquilidad. Otros años no he toreado esa fecha y estaba nervioso por no torear el día con más toros del año. En este 2018 sí que soy torero yo (risas). La cita es importante, tras San Isidro y la Feria de Otoño, es la mejor de las fechas.

¿Cómo han sido estos años de sequía?

Pues han sido años en los que he toreado poco pero que no me ha afectado. No me ha dolido porque lo he asimilado y he toreado poco por mi culpa, las cosas no me han salido como tenían que haber salido y lo asumí. Sabía que otra oportunidad iba a tener y aquí está. El hecho de torear poco no me ha restado, al revés, iba siempre con la ilusión de esperar esa fecha.

¿Has sabido entonces tener paciencia? No es fácil.

Eso es, te lo digo de verdad, lo he sabido llevar bien, he continuado mi dinámica de vida y de entrenamiento como si estuviera toreando. En ningún momento me he venido abajo, ni he bajado el ritmo de entrenamiento, he sido constante.

¿Cómo y cuándo te enteraste que tenías hueco para agosto en Madrid?

Iba a torear yo un festival en Navas de San Juan (Jaén) y estábamos comiendo cuando me llamaron. Estábamos relajados en un restaurante, me pedí mi menú y cuando me trajeron el primero me lo dijeron y se me cortó el cuerpo, ni espaguetis ni segundo plato y menos el postre, me dio la comida (risas).

Para quien no conozca a Juan Ortega, ¿qué va a ofrecer a la afición?

Me ha gustado hacer las cosas muy lentas, un torero debe torear despacio y tener las cosas claras en la cabeza. Tiene que haber un momento de torear despacio y reunido, eso siempre lo he tenido dentro y mi preparación va encaminado a conseguir eso en la plaza. Soy un torero sevillano, llevo dos años entrenando con el maestro Pepe Luis Vargas que me ha inculcado muchos valores de los toreros de Sevilla y eso es lo que intento expresar.

 ¿Qué quieres que titulen el día 16?

Pues mira tengo en la cabeza la faena del maestro Morante en mayo de 2009 al toro “Alboroto” y recuerdo el titular “Antología de Morante en Madrid”. Recuerdo aquel titular y siempre he dicho que no me puedo ir de esto sin sentirme así de realizado, ojalá pudiera ver “Antología de Juan Ortega” en Madrid, es un sueño que tengo desde aquel día.