S. M. D. Juan Carlos presidió el festejo.
Morante enseñó algo de su arte ante el primero.
Con el segundo no se acopló.
Con el tercero apenas dio algún lance.
Lo mismo que en la lidia del cuarto.
Al quinto lo toreó de lujo a la verónica.
Pero luego fue cogido...
...y recibió una enorme paliza.
El sobresaliente Alejandro Castro mató bien al toro.
Morante tardó mucho en salir de la enfermería.
Y el genio se desbordó para cuajar al toro con el capote.
Puso los palos cuadrando en la cara y con pureza.
Y con la muleta le hizo una faena llena de pasajes con su sello .
Al final cortó una oreja y emocionó a la plaza con su entrega.