Javier Castaño da la vuelta a la tarde con un gran tercio de varas
miércoles 30 de mayo del 2012 - Reseña
En medio de la nada Javier Castaño puso la plaza boca abajo con lo más
clásico, la lidia. Se inventó un soberbio tercio de varas, dando confianza al
toro cuando nada hacía presagiar que fuera a agradecerla. Su cuadrilla le
acompañó magistralmente y cambiaron entre todos el signo de una tarde oscura.
Los aficionados bramaron con cada arrancada del toro y cada cite de Plácido
Sandoval “Tito”. Javier Castaño, que no consiguió en el último tercio una faena
lucida, sí que se entregó, se cruzó y se negó a mover las zapatillas a pesar de
la escasa franqueza en las embestidas. Falló con la espada que quedó demasiado
tendida pero el peso de su lidia fue suficiente para que diera una importante
vuelta al ruedo. Frascuelo e Ignacio Garibay no pudieron remontar la
mansedumbre de sus lotes.