Pablo Atienza corta una oreja en la final del Certamen Internacional de Novilladas Nocturnas
sábado 12 de agosto del 2017 - Reseña
Pablo Atienza paseó una oreja en la final del Certamen Internacional de Novilladas Nocturnas, Jorge Isiegas dio una vuelta al ruedo tras petición y Adrien Salenc fue silenciado. La ganadería de Ana Romero tomó antigüedad con una novillada bien presentada y de comportamiento variado.
El primero de hechuras perfectas y fino fue noble, especialmente por el pitón derecho. Pablo Atienza fundamentó la faena por ese pitón en el centro del ruedo, ligando series que tuvieron mucho eco en los tendidos. Una faena limpia y de corte clásico rubricada con un estoconazo en su sitio que le aseguró el premio. Atienza recibió al cuarto a porta gayola. El novillo empujó en varas con fiereza en el primer puyazo. Tuvo una embestida rebrincada al tocar la muleta, y fue áspero y brusco. Finalizó con bernadinas y tras la estocada caída hubo petición de oreja minoritaria.
Otra oreja podría haber cortado Jorge Isiegas quien tras una actuación rotunda no contó con el respaldo suficiente del público en el recuento de pañuelos. El segundo fue alegre en el caballo y tomó el segundo puyazo a distancia. Isiegas inició la faena de muleta por alto combinando con trincherazos, imprimiéndole mucho gusto, y un pase de pecho de mucho temple. Fue la clave de una labor en la que llenó el escenario frente a un novillo que nunca humilló y embistió siempre con la cara por encima del estaquillador. Por el izquierdo se desplazó más. Tras la estocada y la petición de oreja dio una vuelta al ruedo. El picador se cayó en la cara del quinto, sin consecuencias. El novillo fue peligroso y lo pasaportó de estocada delantera y falló con el descabello.
Adrien Salenc reapareció con un gran quite al segundo. En líneas generales, dio una dimensión importante con el capote en el conjunto de la noche. Con el tercero, más hondo, firmó verónicas con mucho temple. Al novillo le costó moverse en la muleta. El francés estuvo centrado y tuvo inteligencia para construir la labor pero sin opción de triunfo. Lo intentó todo antes de pinchar con la espada. Tampoco estuvo acertado con los aceros con el sobrero de Dolores Rufino que hizo sexto. Lo saludó rodilla en tierra. El novillo, ancho de sienes, fue picado en la querencia y la faena no tuvo transmisión.
El primero de hechuras perfectas y fino fue noble, especialmente por el pitón derecho. Pablo Atienza fundamentó la faena por ese pitón en el centro del ruedo, ligando series que tuvieron mucho eco en los tendidos. Una faena limpia y de corte clásico rubricada con un estoconazo en su sitio que le aseguró el premio. Atienza recibió al cuarto a porta gayola. El novillo empujó en varas con fiereza en el primer puyazo. Tuvo una embestida rebrincada al tocar la muleta, y fue áspero y brusco. Finalizó con bernadinas y tras la estocada caída hubo petición de oreja minoritaria.
Otra oreja podría haber cortado Jorge Isiegas quien tras una actuación rotunda no contó con el respaldo suficiente del público en el recuento de pañuelos. El segundo fue alegre en el caballo y tomó el segundo puyazo a distancia. Isiegas inició la faena de muleta por alto combinando con trincherazos, imprimiéndole mucho gusto, y un pase de pecho de mucho temple. Fue la clave de una labor en la que llenó el escenario frente a un novillo que nunca humilló y embistió siempre con la cara por encima del estaquillador. Por el izquierdo se desplazó más. Tras la estocada y la petición de oreja dio una vuelta al ruedo. El picador se cayó en la cara del quinto, sin consecuencias. El novillo fue peligroso y lo pasaportó de estocada delantera y falló con el descabello.
Adrien Salenc reapareció con un gran quite al segundo. En líneas generales, dio una dimensión importante con el capote en el conjunto de la noche. Con el tercero, más hondo, firmó verónicas con mucho temple. Al novillo le costó moverse en la muleta. El francés estuvo centrado y tuvo inteligencia para construir la labor pero sin opción de triunfo. Lo intentó todo antes de pinchar con la espada. Tampoco estuvo acertado con los aceros con el sobrero de Dolores Rufino que hizo sexto. Lo saludó rodilla en tierra. El novillo, ancho de sienes, fue picado en la querencia y la faena no tuvo transmisión.
Cuadrillas
Saludaron en banderillas Yelco Álvarez y Fernando Sánchez. Asistencia: 7.037 espectadores