Tomás Rufo y Fuente Ymbro, comunión de Puerta Grande

viernes 27 de septiembre del 2019 - Reseña



Comenzó la Feria de Otoño con la novillada de Fuente Ymbro y el triunfo incontestable de un novillero que se presentó el pasado julio en esta plaza y que esta tarde consiguió su sueño, abrir la Puerta Grande de Las Ventas. Ayudó el importante lote de Fuente Ymbro. 

Abrió la tarde El Rafi en lo que era su presentación en Madrid. Se le metía el primero por dentro en las verónicas de recibo. Rebrincada en los primeros compases de muleta y necesitaba mando. El francés estuvo digno ante un novillo exigente y ligó cuando no le quitó la muleta de la cara. No acabó de tomar vuelos la faena y mató de estocada baja. El cuarto manseó de salida y elaboró El Rafi faena en los medios. Disposición absoluta ante un novillo que salía desentendido de la muleta del francés. Remató por luquesinas y mató al encuentro pero la media estocada cayó baja.

Tomás Rufo volvía después de proclamarse triunfador de las novilladas nocturnas. Interesante duelo en quites por gaoneras entre Fernando Plaza y Rufo. Comenzó el de Talavera a pies juntos por estuarios en faena a más. Se fue haciendo con el noble novillo ralentizando su embestida y sin dudarle lo más mínimo. Ligó muy encajado por ambos pitones  y el final por doblones fue el broche de oro. Estocada y oreja. Salió el quinto y pronto empezó el run run en Las ventas ante un extraordinario novillo de Fuente Ymbro. Saludaron en banderillas Rafael González y Fernando Sánchez. Faena intensa de principio a fin. Rufo le bajó la mano y respondía el animal con clase y transmisión. Los remate, tanto los de pecho como por bajo eran los cierres perfectos de cada tanta ligada. Alargó naturales y derechazos con poderío y las embestidas con humillación se repetían. Se tiró con todo y entró entera. Otra oreja y Puerta Grande en su tercera tarde en Madrid. Desde el año 2015 que la abriera Roca Rey como novillero, ningún otro lo había conseguido. 

Ante el tercero de la tarde dejó El Rafi un variado quite por chicuelinas y tafalleras. Cogió la muleta Fernando Plaza y comenzó por estuarios ante un novillo que fue noble en sus inicios pero que se apagó pronto. No estuvo acertado con los aceros. El sexto fue el más arisco y complicado de la tarde. Lo caló pronto y lo destacable es que Fernando Plaza lo toreó como si fuera bueno. Entrega máxima del joven que no le dudó ni un segundo y que lo levantó feamente del suelo sin consecuencias. Pese a las adversidades remató con bernadinas de mucho riesgo. La estocada hizo guardia y saludó ovación. 

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