Doble Puerta Grande en la decimoctava de San Isidro
domingo 28 de mayo del 2017 - Reseña
Diego Ventura y Leonardo Hernández salieron por la Puerta Grande tras enfrentarse mano a mano en la decimoctava de San Isidro. Ventura paseó tres orejas, desorejando al tercero de la tarde; y Leonardo cortó dos orejas, una al segundo y otra al sexto de la tarde. La corrida de El Capea, de buen juego, dio espectáculo y destacó el par a dos manos sin cabezada que puso Ventura a lomos de Dólar.
Ventura realizó una completa labor al tercero de la tarde al que recibió montando a Añejo. Exprimió mucho al toro en una faena emocionante y de riesgo en la que destacaron las piruetas ajustadas con Fino, pero sobre todo, impactó el par a dos manos sin cabezada, citando en corto. Dólar obedeció sin guía en un ejercicio de doma exquisita. Puso a la plaza en pie. El rejonazo certero no hizo otra cosa que corrobar el éxito para pasear el doble premio. Había cortado ya una oreja al primero de la tarde que tuvo nobleza. Con Sueño ajustó mucho en un quiebro por dentro, pegado a tablas pero brilló Nazarí. El carrusel de cortas con Remate terminó de redondear la labor. El quinto salió con muchos pies pero se vino a menos y Ventura tuvo que utilizar todos sus recursos para lograr otra obra estimable mal rematada con el rejón y por ello quedó en ovación. También se animó a torear con la muleta, templado y con gusto antes de descabellar.
Leonardo Hernández paseó una oreja del segundo tras ajustar mucho las distancias y arriesgar. Despacio y Xarope culminaron un tercio de banderillas vibrante con eco en los tendidos. Tuvo que descabellar al cuarto y eso enfrió la petición de oreja. Había firmado una faena de mayor pureza y temple con Verdi. Los dos golpes de descabello que necesitó para pasaportar al último de la tarde no le privaron de pasear la oreja. Una actuación rotunda, de nuevo destacando Despacio, había dado por terminada una excelente tarde de rejoneo con dos máximas figuras del toreo a caballo.
Ventura realizó una completa labor al tercero de la tarde al que recibió montando a Añejo. Exprimió mucho al toro en una faena emocionante y de riesgo en la que destacaron las piruetas ajustadas con Fino, pero sobre todo, impactó el par a dos manos sin cabezada, citando en corto. Dólar obedeció sin guía en un ejercicio de doma exquisita. Puso a la plaza en pie. El rejonazo certero no hizo otra cosa que corrobar el éxito para pasear el doble premio. Había cortado ya una oreja al primero de la tarde que tuvo nobleza. Con Sueño ajustó mucho en un quiebro por dentro, pegado a tablas pero brilló Nazarí. El carrusel de cortas con Remate terminó de redondear la labor. El quinto salió con muchos pies pero se vino a menos y Ventura tuvo que utilizar todos sus recursos para lograr otra obra estimable mal rematada con el rejón y por ello quedó en ovación. También se animó a torear con la muleta, templado y con gusto antes de descabellar.
Leonardo Hernández paseó una oreja del segundo tras ajustar mucho las distancias y arriesgar. Despacio y Xarope culminaron un tercio de banderillas vibrante con eco en los tendidos. Tuvo que descabellar al cuarto y eso enfrió la petición de oreja. Había firmado una faena de mayor pureza y temple con Verdi. Los dos golpes de descabello que necesitó para pasaportar al último de la tarde no le privaron de pasear la oreja. Una actuación rotunda, de nuevo destacando Despacio, había dado por terminada una excelente tarde de rejoneo con dos máximas figuras del toreo a caballo.
Cuadrillas
Asistencia: 21.767 espectadores